Los enfermos de asma se enfrentan a varios retos en la vida cotidiana.
Los episodios pueden contraer las vías respiratorias y obstruir la respiración. Un ataque de asma grave puede impedir la llegada de oxígeno a los órganos vitales e incluso provocar la muerte.
Los pacientes con asma por lo general deben tomar medicamentos a diario, ser conscientes de sus riesgos, y evitar áreas y comportamientos que pueden desencadenar el asma.
El asma, enfermedad crónica
El asma puede ser desencadenada por una serie de estímulos. Irritantes ambientales como: el smog, el humo del cigarrillo, o un resfriado severo.
Algunas personas que sufren de asma pueden notar que los síntomas se inician durante el esfuerzo físico o ejercicio.
Las infecciones respiratorias o alergias también pueden contribuir a un ataque. Incluso fuertes respuestas emocionales pueden causar un ataque o episodio de asma.
Cuando en una persona se desencadena un ataque, los síntomas generalmente incluyen dificultad para respirar, tos y sibilancias. Estos pueden progresar y traer consigo también pulso rápido, respiración extremadamente difícil, y confusión mental. Los síntomas se pueden tratar con una variedad de medicamentos.
El tratamiento del asma puede ser de largo plazo o corto plazo. Los medicamentos a largo plazo son generalmente de carácter preventivo. Las medicinas a corto plazo son de rápida acción y pueden ser utilizadas durante los ataques para aliviar los síntomas.
Medicamentos a largo plazo:
Se toman generalmente sobre una base diaria. Comúnmente estos medicamentos pueden incluir corticosteroides administrados a través de un inhalador de inhibidores, broncodilatadores o los leucotrienos.
Los inhaladores de corticosteroides ayudan a prevenir la inflamación, mientras que los broncodilatadores ayudan a mantener las vías respiratorias abiertas. Inhibidores de leucotrienos se utilizan para prevenir la inflamación en el tejido pulmonar.
A veces, estos medicamentos se toman en combinación, para encontrar el mejor método para controlar los síntomas.
Los medicamentos a corto plazo:
Se toman comúnmente durante un ataque de asma para aliviar los síntomas.
Los inhaladores para el asma con broncodilatadores de acción corta pueden abrir rápidamente las vías respiratorias constreñidas. Los corticosteroides, ya sea por vía oral o por inyección, también puede disminuir rápidamente la inflamación en el tracto respiratorio.
Los enfermos de asma pueden tener que hacer cambios de estilo de vida para disminuir la probabilidad de un ataque.
Por ejemplo la alergia a los animales puede hacer necesario la eliminación de una mascota de la casa, pues la caspa de los animales es un factor desencadenante.
El cambio a soluciones de limpieza y detergentes sin perfume puede ayudar a disminuir los ataques relacionados con olores fuertes. El humo del tabaco es a menudo un fuerte disparo para los enfermos de asma.
Los residuos del humo pueden residir en la ropa y el cabello que puede causar problemas de relación con la familia y amigos.
Tos persistente, la función pulmonar alterada, y una incapacidad para participar en algunas actividades debido a los factores desencadenantes son los retos para los enfermos de asma.
El riesgo de complicaciones graves de ataques, como la necesidad de un ventilador para facilitar la respiración, puede añadir tensión adicional al paciente.
Si los síntomas no están bien controlados, una víctima del asma debe visitar un médico o terapeuta respiratorio para encontrar las mejores opciones de terapia individual.