Las personas con asma a menudo encuentran que sus síntomas empeoran por la noche. Los síntomas del asma tales como opresión en el pecho, dificultad para respirar, tos y sibilancias interfieren con el sueño durante la noche y pueden causar somnolencia diurna y fatiga.
El asma nocturna también hace que los síntomas de asma durante el día empeoren. Los ataques de asma nocturna son potencialmente peligrosos para la vida, y los estudios indican que las muertes relacionadas con el asma son más probables que ocurran durante la noche que durante el día.
El asma nocturna se asocia con varios fenómenos fisiológicos. Los niveles nocturnos de óxido nítrico, así como ciertos receptores celulares, disminuyen durante la noche, resultando en la reducción de la de la función de los broncodilatadores naturales. El asma nocturna también se asocia con bajos niveles de melatonina, así como los bajos niveles de hormonas como la adrenalina, lo que ayuda a mantener las vías respiratorias relajadas.
A pesar de estas asociaciones no están bien establecidas las causas de los ataques de asma nocturna y las razones por las cuales los síntomas del asma empeoran en la noche aunque hay varias explicaciones posibles.
Una de ellas es que, debido a los fenómenos fisiológicos mencionados anteriormente las vías respiratorias son más propensas a apretarse por la noche. Otro posible disparador es que las secreciones nasales y de pulmón se acumulan en las vías respiratorias y los pulmones durante la noche.
Disminución del volumen pulmonar y aumento de la presión pulmonar de estar en una posición de descanso podría resultar en una mayor constricción de las vías respiratorias. La pérdida de humedad y calor en las vías respiratorias también se cree que desencadenan el asma nocturna.
Las personas son más propensas a sufrir ataques de asma durante la noche si también sufren de reflujo gastroesofágico. Esta condición puede exacerbar los síntomas del asma nocturna, ya que el ácido estomacal regurgitado veces gotea en la tráquea, causando irritación y constricción de las vías respiratorias. Las personas que sufren de asma y reflujo gastroesofágico a menudo encuentran que los síntomas de asma nocturna reducen en intensidad o desaparecen por completo cuando el reflujo se trata con eficacia.
El tratamiento típico
El tratamiento típico implica un control más estricto de los síntomas tanto diurnos como nocturnos con medicamentos. Los medicamentos de acción prolongada son más eficaces, ya que estos siguen proporcionando efectos antiinflamatorios durante las horas de sueño.
La reducción del potencial alergénico del medio ambiente del sueño también puede ayudar a prevenir el asma nocturna. Mantener la habitación libre de polvo, pelo de animales, caspa de mascotas y otros desencadenantes conocidos de asma puede reducir los síntomas nocturnos.
También puede ser útil para modificar el contenido de la temperatura o la humedad del aire si está demasiado seco o demasiado frío.